Historia de la marca Xibalba®

Como ya me presenté, soy Tannia y esta es una pequeña parte de mi historia.

Desde niña siempre me interesaron las cuestiones simbólicas. Cada tanto en alguna feria de artesanos insistía en que me compren un mazo de cartas del tarot, alguna piedra o símbolo de madera; hasta tengo unas runas vikingas hechas de canto rodado que me compraron a los 12 años. Creo que he tenido siempre algún contacto con aquello que no se puede ver o tocar. Sin embargo en este plano, soy una persona con los pies en la tierra y con capacidad para crear y construir. Provengo de una familia para la que llegar a fin de mes, costaba bastante. Cuando termine el secundario, ya recibida de Técnica en Pesca y Acuicultura, tenia clarísimo que iba a estudiar: abogacía (esa es otra historia que algún día les contaré).

Con 22 años me recibí, y al poco tiempo sufrí un gran dolor, mi pareja, Gaby, con quién tenia la intención de formar una familia, falleció. Eso me dejó en un estado de desamparo y tristeza que no puedo transmitir con palabras.

Les hice caso, y al tiempo fundé una empresa en la que implementaba sistemas de gestión: tenia 10 empleados y sucursales en tres provincias del país.

Todo fluía aunque la que no fluía era yo, el dolor no se había ido a ninguna parte: seguía ahí conmigo; recuerdo pasar tardes completas llorando una vez que cerraba la oficina. El universo, gran maestro, nos enseña muchas veces con mano dura: al cabo de dos años fundí la empresa y me endeudé por unos millones. Recuerdo mi mamá mirarme y llorar desesperada por no saber como ayudarme. Recuerdo sentir que no había nada que pudiera hacer para pagar, para acomodarme, para continuar. El desamparo, la sensación profunda de vulnerabilidad y falta de recursos me llevaron a un estado de frustración y olvido.

Durante varios años trabajé muy duro para pagar (aunque solo los intereses se comían mi esmero), y mi nivel de agotamiento crecía cada vez más. En ese proceso aprendí muchas cosas, entre ellas me formé como coach. Ante la desesperación, recuerdo ir por primera vez a hacerme una carta natal, completamente colapsada.

Silvia, la astrológa, me dijo: “lo que pasa Tannia es que la gran herida del alma, Quirón se encuentra en tu casa 7 (la pareja)”, le pedí que lo traduzca al castellano y me dijo: “este difícil aprendizaje con Gaby era algo que tarde o temprano ibas a transitar descubriendo el valor del amor y de la vida” fue fuerte para mi escuchar esas palabras pero siempre sentí que este proceso me transformó y que me llevaba a algún destino que todavía no sabía bien cual era.

En esa misma entrevista le pregunté a Silvia como resolver esta situación económica que desbordaba mi vida. Me dijo: “tenés una gran energía esotérica en tu casa dos que no estas canalizando adecuadamente”. Una vez más solicité traducción y me dijo: “tenes que dedicarte a la astrología, la numerología, el tarot. Tu fuente de ingresos tiene que ser por ahí” me acuerdo que la miré y le dije: “pero ¿vos realmente me escuchaste cuando te dije que soy abogada?” yo en todo caso además de mi profesión era emprendedora, una que acababa de tener problemas pero emprendedora al fin, de ahí a ser “una brujita” eso era otra cosa.

Después de conversar bastante, comprendí que ese día mi destino me invitaba a un gran desafío: quedarme ahí, sintiendo que la vida era mala conmigo o comprender que necesitaba agradecer esta enorme oportunidad. Ese mismo día, después de la consulta, investigué para estudiar estas disciplinas, la semana siguiente ya estaba inscripta y así comencé mi ruta.

En este camino funde Ñu, una escuela de Coaching Ontológico Profesional habiendo creado el método Ontosófico® (lo que fue parte de otro proceso de aprendizaje en esta historia). Vale aclarar que cuando nos referimos a lo Ontosófico, hablamos entre otras cosas, de la sabiduría interna que habita al ser.

Ya dictaba sesiones individuales de coaching, carta natal, numerológica, eneagrama, entre otras; y un día me di cuenta que en esos procesos existía una enorme sabiduría que siendo explorada en profundidad facilitaba mucho más los procesos de transformación, la resolución de conflictos y el desarrollo personal.

Así funde Xibalba un centro de formación especializado en sistemas simbólicos ancestrales, para dar respuesta a esa necesidad de conocerte para transformarte.

Hoy en día soy facilitadora de plenitud y bienestar basando ese proceso en diferentes sistemas simbólicos ancestrales como la numerología, la astrología, el eneagrama y el tarot.

Dicto un seminario de finanzas personales como respuesta a mis experiencias y en búsqueda de mejorar la calidad de vida de otros colaborando en el saneamiento de la relación con el dinero desde estas disciplinas.

Hace ya más de 8 años que realizo sesiones individuales procurando el autoconocimiento y el desarrollo personal, buscando aportar una mirada funcional a la vida y los procesos.